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Falta de sueño

Problema: Falta de sueño

Mantener el ritmo de un mundo que nunca duerme puede dejarnos exhaustos, sin hablar de lo malo que es para la salud.  Además, hacerlo es imposible. La mayoría de las creaturas vivas que respiran requieren suficiente descanso para sobrevivir y vivir su vida de acuerdo con un ciclo de sueño bastante regular.1 Para seguir adelante en esta era tecnológica acelerada necesitamos dormir, pero según diversos estudios aplicados año con año, hasta 58 por ciento de los adultos estadounidenses presentan insomnio de moderado a crónico y/o tienen problemas relacionados con el sueño.2 Además, desafortunadamente los efectos de la falta de sueño pueden tener serias consecuencias a nivel físico y mental.  De hecho, en la mayoría de los casos severos la falta de sueño puede ser fatal.

La falta severa de sueño podría provocar, y muy probablemente PROVOCARÁ, problemas de salud futuros.  Una coordinación dañada, visión borrosa, y una incomodidad general son sólo el comienzo, pero el verdadero peligro radica en el brutal ataque que esto representa para el sistema inmunológico.  El cuerpo necesita descansar para funcionar adecuadamente, atacar las infecciones y repararse del desgaste del día.3 Sin la cantidad adecuada de sueño, el sistema inmunológico se debilita, dificultando a su cuerpo la defensa contra diversas bacterias y virus que entran al cuerpo y elevando así el riesgo de padecer diversas enfermedades importantes.  Recientes estudios han reportado cáncer, enfermedades del corazón, diabetes y obesidad.4 El precio que paga nuestro cuerpo puede ser devastador, pero los efectos sobre la mente pueden ser lo que acabe por matarnos.

Sin el suficiente descanso, la habilidad del cerebro para resolver problemas se ve severamente dañada.  Se complica la capacidad para tomar decisiones y el cerebro cae en patrones rígidos de pensamiento que le dificultan generar nuevas ideas encaminadas a resolver problemas.5 Estos efectos tienen su raíz en una disrupción del ritmo circadiano, el cual regula la temperatura del cuerpo, los niveles de hormonas, el ritmo cardiaco y otras funciones corporales.  La disrupción del ritmo circadiano también puede tener efectos negativos sobre la memoria y el estado de ánimo, convirtiéndonos en un peligro para nosotros mismos y para otros, particularmente si manejamos maquinaria pesada o conducimos un automóvil.  Según la encuesta aplicada en 2005 El sueño en Estados Unidos por la National Sleep Foundation, 60% de los conductores adultos declararon haber conducido un vehículo en estado somnoliento el año anterior a la encuesta, y más de una tercera parte de hecho se había quedado dormida al volante. La National Highway Traffic Safety Administration conservadoramente calcula que cada año unos 100 mil choques reportados por la policía son resultado directo de fatiga por parte del conductor.  Esto ocasiona unas 1,550 muertes, 71,000 lesiones y pérdidas monetarias por $12.5 mil millones de dólares.6

Pero, ¿cómo darse el tiempo? En una era en la que se espera que trabajemos 24 horas al día para mantener el paso, ¿cómo nos aseguramos de descansar lo que merecemos descansar?