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Bebidas

Problema:

Si usted es un estadounidense promedio es muy probable que no beba suficiente agua. Si bien se supone que la mayoría de nosotros debemos beber casi dos litros (64 onzas) de agua al día, un grupo de investigadores independientes recientemente descubrió que sólo alrededor de34% de los estadounidenses lo hace, y lo que es peor, casi 10% reportó no beber nada de agua.1

De manera que, si no bebemos agua, entonces, ¿qué bebemos?  Algunos de los pilares principales del estilo de vida estadounidense son las bebidas gasificadas azucaradas, las bebidas gasificadas dietéticas, el café, el jugo y la leche (más adelante veremos por qué eso puede no ser bueno).  Aprenda más acerca de los jugos en www.myhealthyhome.com/juice. Sin embargo, incluso si lo que usted está bebiendo le parece saludable, es probable que no lo sea.

El estadounidense promedio consume 189 litros (50 galones) de bebidas gaseosas y otras bebidas endulzadas (jugo, té endulzado, etc.) al año.2 Y no son sólo calorías vacías y azúcar lo que consume (aunque una bebida suave típica contiene hasta 40 gramos de azúcar, es decir, alrededor de 10 sobres).  Incluso si lo que toma son bebidas dietéticas gasificadas o café regular, está consumiendo grandes cantidades de fosfatos.  Un estudio efectuado por la Federation of American Societies for Expermiental Biology (Federación de Sociedades Estadounidenses  para la Biología Experimental), determinó que los altos niveles de fosfatos, como los que están presentes en las bebidas gasificadas, aceleran los signos de envejecimiento y “también podrían incrementar la prevalencia y severidad de las complicaciones relacionadas con la edad, tales como enfermedad crónica de los riñones y calcificación cardiovascular, además de que también pueden provocar atrofia muscular y de la piel severa”.3 Si eso no suena lo suficientemente temible, el fósforo y el ácido carbónico (en lo que se convierte la carbonación presente en su bebida una vez que llega a su estómago) están relacionados con una mayor incidencia de osteoporosis debido a que una excesiva cantidad de estos dos ingredientes presentes en las bebidas gasificadas puede disminuir el calcio de los huesos y provocar una baja densidad ósea,4 sin mencionar que se ha encontrado que existe una relación entre las bebidas gasificadas normales y dietéticas una mayor tasa de obesidad en adultos y niños.5

¿Piensa que la leche es mejor? Piénselo dos veces.  Si bien el gobierno de los Estados Unidos continuamente busca estimular un alto consumo de leche, uno debería preguntarse por qué los humanos son los únicos mamíferos que siguen consumiendo leche después de la infancia… y que se beben la leche de otros animales.  Si bien muchos creen que la leche es una gran fuente de calcio y que ayuda a tener huesos fuertes, es sorprendente ver que muchos estudios demuestran lo contrario. Esto se debe a que las proteínas animales que se encuentran en la leche contienen un aminoácido esencial llamado metionina.  Cuando la metionina se consume en grandes cantidades la sangre se torna ácida.  Para equilibrar esta acidez, la sangre absorbe calcio de los huesos para neutralizar el ambiente ácido.  No es de sorprender que la osteoporosis y otras enfermedades óseas sean más comunes en mujeres estadounidenses, a pesar de que son las mayores consumidoras de productos a base de leche.6

Por último, si es durante las comidas cuando bebe la mayor cantidad de líquidos, podría estar ocasionando que los nutrientes presentes en sus alimentos se vayan directamente al excusado.  Su estómago debe ser un lugar ácido, lleno de enzimas para digerir su comida, pero cuando usted toma alguna bebida mientras come, está diluyendo este ambiente y dificultando todavía más el trabajo de su sistema digestivo.